La búsqueda de productos de calidad y de proveedores locales es una de las señas de identidad de The Blue Bar. Los productos de cercanía tienen una gran importancia dentro del menú. “Trabajamos con proveedores mallorquines e intentamos que todo sea de cercanía”, comenta Carlos Muñoz-Delgado, encargado del restaurante. “Con algunos llevamos casi toda la vida; ya nos conocen y muchos proveedores de la isla vienen a ofrecernos productos de aquí porque saben el volumen de trabajo que tenemos”.
Casi todos los productos necesarios para elaborar los platos de la carta, como son las frutas y verduras, las carnes o los pescados son locales y, si en la isla no se encuentran, “al menos son nacionales, como la ternera gallega. Hasta el aguacate es nacional”. Los pescados, “de nuestro mar Mediterráneo, como no podía ser de otra manera, y los tomates mallorquines”, apunta Carlos.
Incluso platos que a priori pueden parecer menos ‘locales’ también se nutren de proveedores locales. Es el caso de los ingredientes del sushi, “que compramos a un distribuidor mallorquín del Mercat del Olivar”. Carlos reconoce estar siempre “atento a las nuevas tendencias. El sushi está de moda y hay que estar con los nuevos tiempos. Yo siempre estoy pendiente de las novedades del sector; viajo a Madrid al menos dos veces al año”, explica.
Estar al corriente de las últimas tendencias hace posible que The Blue Bar irrumpa cada año en la escena de restaurantes de Mallorca con propuestas novedosas. Esta temporada, sin ir más lejos, se introdujeron los poke bowls, el arroz negro de sepia y gambas, la parrillada de mariscos o los tagliatelle frutti di mare, por ejemplo. También el caviar, “que decidimos comprar a través de un amigo mío que me presentó al dueño de la Casa del Caviar Imperial. Pensé que era buena idea ofrecerlo y ha sido un éxito, es un valor añadido para cierta parte de nuestra clientela”.
Carlos es quien elabora las recetas, por eso conocer bien los productos y los proveedores es esencial para que el resultado sea exquisito. “Después es la cocina quien las adapta a nuestro ritmo de trabajo para ofrecer el mejor menú posible los ocho meses de apertura”, finaliza el encargado de The Blue Bar.